El papel de sublimación es un tipo de papel especialmente diseñado para transferir imágenes a diferentes sustratos, como textiles o materiales rígidos. Un papel de calidad mantiene los puntos de tinta lo más pequeños posible para lograr una alta calidad de imagen.
Para que la transferencia se lleve a cabo correctamente, es importante que haya la menor cantidad posible de tinta en el papel después de planchar el producto. Cuanto menos tinta quede en el papel, mejor será la transferencia, lo que indica que el papel es de alta calidad.
El gramaje del papel es un factor determinante en la rapidez de secado del mismo. Los papeles de sublimación de secado lento tienen un gramaje bajo (menos de 100 g/m²), lo que los hace finos. Por otro lado, los papeles de sublimación de secado rápido tienen un gramaje igual o mayor a 100 g/m², lo que los hace más gruesos. Es recomendable utilizar un papel de sublimación de calidad y con diferentes gramajes según el sustrato a estampar.
El papel de sublimación de secado lento, aunque tiene sus ventajas, suele dar problemas. Por eso, es importante saber cuándo usarlo y cómo solucionar posibles errores.
Conclusión
La calidad del papel de sublimación es un factor relevante a tener en cuenta al elegir el adecuado para tus necesidades productivas. Para hacer una elección correcta, es crucial tener en cuenta el tipo de producto que se va a personalizar. Si se trata de un textil, se recomienda emplear un papel de sublimación de bajo gramaje, mientras que para productos rígidos se recomienda optar por papeles de mayor gramaje. También es valioso tener en cuenta que el papel de sublimación debe ser secado adecuadamente para evitar que la tinta se desplace. Por último, se recomienda guardar el papel de sublimación en un lugar seco para evitar cambios en su calidad. En resumen, lo mejor es siempre optar por un papel de sublimación de alta calidad y elegir el adecuado según el producto que se va a personalizar.
